domingo, 31 de diciembre de 2006

Cinco cosas que no sabéis sobre mi...

Bueno, tu sí que sabes esta, Tecnobaby; aquí están mis chicas. Cuando era un adolescente mi sueño era vivir rodeado de chicas y... voilá; de izquierda a derecha, Flora, Paloma y Pilar. Y a la derecha, yo, el Guepardo de Majadahonda (de pequeño era todo una peca). Me llamo Dario, tengo 41 y aunque ejerzo de madrileño desde que era crío nací en Bilbao.

¿Otra? Aunque no llegó al 1'70, me encantaba jugar al baloncesto, pese a que era muy malo. Siempre me ha gustado competir (también en tenis, ajedrez...) y nunca he ganado nada. Bueno, miento, en el pueblo me 'fichó' un conjunto de viejecitos y ganamos el torneo de bolos castellanos. Aquel día no lo hice mal del todo. Guardo la medalla como oro en paño.

Mi trabajo es escribir y editar textos ajenos. Aquí normalmente escribo muy mal y rápido, y nunca corrijo los errores, es mi pequeña venganza... Hace unos días me ofrecieron el puesto de redactor jefe en Rolling Stone, que ha sido siempre una de mis revistas favoritas (me encanta la música). Las condiciones eran muy buenas y el puesto un bombón, pero tenía sus riesgos, mi anterior trabajo (en la revista GQ) era muy cómodo, me permitía viajar constantemente, y encima me contraofertaron... Pero, que narices, me hacía ilusión irme. Además, empezar a correr hace un mes me ha demostrado que el riesgo tiene su atractivo, que hay que probarse, que hay que acabar las cosas que se empiezan, pero sobre todo, que hay que empezarlas. Así que me voy.


El otro día, en Camarma, fue la primera vez, en muchos años (creo que desde que éramos críos) que mi hermano y yo hicimos algo solo nosotros dos. Esa media hora corriendo juntos, fue de lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo. he de confesar que me decidí a preparar la San Silvestre, con tan poco tiempo, principalmente porque creía que ya era hora de volver a hacer algo solo nosotros dos. Luego, he descubierto muchas otras cosas, algunas sobre mi mismo, otras sobre él. Cosas que me han gustado. Recordaré siempre esa mañana en Camarma, cuando esperábamos el sorteo y veíamos la entrega de premios, charlando y cotorreando sobre las chicas a las que entregaban los premios. Éramos iotra vez dos chavales, al fin dos colegas. Espero que haya muchas otras mañanas así, pero recordaré esta.

Y, me queda una, ¿no? Bueno, en realidad, ya había corrido otra carrera, me acordé el otro día; fue hace mucho, tendría 20 tacos, así que imaginaros... me liaron unos amigos del equipo de baloncesto, sé que era en un pueblo de la Sierra (posiblemente Guadarrama) y yo estaba más o menos en forma. Salimos y si ahora no conozco el miedo, entonces ni siquiera la prudencia; vi el ritmo 'lento' nada más salir y en la primera recta me lancé en tromba. Según ponía tierra por medio con el pelotón comencé a oir los murmullos. Supongo que unos pensarían que estaba oco y otros que era un atleta de élite de incógnito. Acetaron los primeros; doscientos metros después, en la primera cuesta, me pasaron por encima como si fuera un dibujo animado. me quedé de los últimos y me adalentaban viejecitos, señoras. etc. Al final, pude remontar y acabé como en una hora y cinco (eran 10 km, creo). Me dieron un diploma pero de la verguenza lo guardé bajo algun montón de cosas y ahí estará... Hoy si que lo pondría.

Feliz año, y feliz San Silvestre.

Ah, y e paso el lío a Ana Espirulina (si ya no postea, que lo ponga en commentes, si quiere), a Mayayo y Dallas, a No-tan-Slow Pepe, a Ana la Gauchita, a Marcelo de la Pampa, a Palillo, a Nete, a Sisifo (por cierto, fangoria y PSB el 5 de enero) y a quien lea esto y le apetezca...

viernes, 29 de diciembre de 2006

XII San Silvestre Mostoleña

Hoy he ido a trabajar con la camiseta que me dieron ayer. es de algodón y no especialmente bonita, pero me la gané a pulso. Y creo que la cogeré cierto cariño, porque ha sido mi carrera más dura (en mi corta experiencia). pensaréis que estoy loco, porque llevo justo un mes corriendo para prepararme en la san Silvestre y en once días he corrido tres carreras, 25 kilómetros en total.

Ha sido algo que ha ido surgiendo. han sido días muy complicados, de trabajos, fiestas, etc y me he encontrado con pocas oportunidades de hacer entrenos largos, así que los he suistituido por carreras. Como los jugadores brasileños, que detestan entrenar pero juegan de maravilla. Bueno, yo no es que lo haga de maravilla, ayer en concreto quedé el 480 de 493 que llegaron, pero llegué, y esta vez fueron ya siete kilómetros y medio, con sus cuestecitas, sin parar, trotando.

Me apunté el martes porque vi el cartelito de casualidad y eran solo 2 euros y en un día que no trabajaba, que pensaba entrenar y en una distancia que me venía muy bien como preparación, 7'7 anunciaban aunque yo alculo que fue un poco menos. El jueves me levanté con la rodilla un poco dolorida y haciendome un misterioso chasquido al doblarla, y pensé que si iba me jugaba la San Sly, pero al final me vi mejor y fui, eso sí, con una rodillera (de patinaje, por que no tenía otra) para que me sujetara un poquito.

Llegué Móstoles una hora y pico antes, y fue un calvario esperar dando vueltas porque no tenía nada que hacer. la verdad es que me empecé cansado y helado, aunque traté de calentar. Ví mucha gente de nivelazo, algunos que me suenan ya de copar los primeros puestos en las otras carreras que he ido. Me suenan porque me suelen doblar, si es circuito... Como iba preocupado por la rodilla, salí más prudente de lo habitual, a hacer mis kilómetros y punto. En seguida iba el último, con un huequecillo por delante con el último pelotón. Lo que no me gustó es que me adelantaron las motos y me dejaron ahí pedido, y tampoco había mucha gente señalizandoy manteniendo libre el recorrido; me pasé la primera vuelta esquivando a gente que cruzaba pasando de mi y aguantando más bromas que ánimos. Iba algo fastidiado, la verdad, no me gustaba el plan, sé que soy lento pero creo que al menos la organización tiene que mantener un mínimo respeto y atención ante todos los corredores. tampoco iba tan retrasado, además.

Poco a poco fui adelantando gente, a mi ritmo. Pocos, pero iban cayendo. También se retiraron unos cuantos, supongo que aprovechando el primer paso por meta. Poco a poco me fui sintiendo más en la carrera, y descubriendo que a veces lo psicológico te condiciona en lo físico; ayer iba mejor de lo que pensaba y de hecho en el último kilómetro iba mucho más a gusto y adelante a gente a la que saqué casi un minuto. Acabé bien, casi sin darme cuenta, en 43:34, otra vez por debajo de los seis minutos. El parte médico, bueno; durante la carrera me dolió algo la rodilla y la parte trasera del muslo, hoy me sigue molestando pero no parece nada del otro mundo, hasta el domingo no pienso correr. Tuve un flato digno de Shrek pero recuerdo pensar casi de una manera inconsciente "olvidate y sigue"; en estos días quizás crea que he ganado fondo pero creo que más bien he ganado capacidad de sufrimiento, a dar más de mi mismo de lo que pensaba que podía. En cierta manera, era lo que buscaba cuando empecé todo esto. Hoy, averiguarlo ha sido un poco menos divertido que otros días, lo confieso, pero sin baldarme.

Una última reflexión, me molestó, sí, que la organización fuera tan espartana en ciertas cosas (no había balizas en los kilómetros, a veces había que adivinar el recorrido si no ibas en el pelotón, no se controlaba a quienes invadían el recorrido, etc) cuando si destinaban una buena cantidad a premios. Yo entiendo que para los clubs de atletismo de localidades de este tipo sea la ocasión de enfrentarse en casa a esos atletas fronterizos entre el profesionalismo y el amateurismo atrayéndoles con premios, y respeto a quienes se juegan el honor y no sé si buena parte de sus ingresos en este tipo de carreras y a quienes los consideran buena piedra de toque para sus progresos. Pero hombre, al corredor aficionado creo que hay que darle un mínimo de condiciones, de cariño, que aquí no existía. Sé que soy muy malo, pero me he sentido ignorado gran parte de la carrera. Algo muy diferente a lo que sucedió en la Carrera de Navidad de Cercedilla (que realmente fue una organización ejemplar) e incluso en la Legua Navideña de Camarma. Pero en fin, me acuerdo casi al finalizar, cuando un chavalito me dijo 'animo, campeón', y eso te hace sentir como un corredor de los de verdad, aunque no venga casi nadie detrás de ti. El día que deje de sentir eso, solo correré por el parque.

domingo, 24 de diciembre de 2006

I Legua navideña de camarma de Esteruelas

Sí, ya sé que no había avisado, pero trastenado por internet, había visto anunciada esta carrerita, y ayer, después de correr por el momte y verme animado, llamé a mi hermano.
- ¿Y si nos animamos? Son poco más de cinco kilómetros, y así podemos correr juntos, yo voy a probarme y tú me haces de liebre a un ritmo que para tí es un entreno...

Al principio me dijo que andaba muerto, que se había hecho un ensayo para la media y tenía la rodilla frita... Pero al cuarto de hora se ve que le dio el pundonorazo y me llamó; "OK, mañana a las nueve me recoges, que hay que inscribirse allí una hora antes".

Camarma es un pueblo chiquitito, en el que opor lo visto están construyendo muchos chaletitos, pero aún tiene aire de pueblo del Henares. Cuando llegamos mi hermano, que ya lleva tiempo haciendo populares y es perro viejo, empieza a reconocer a algunos de los que suelen pelearse las carreras. Parecía que iba a ser una carrerita de pueblo pero no, parece que muchos de los habituales han visto que era una opción para prepararse la San Sly, o les ha podido el vicio, y hay nivelazo. me entra el punto Lemming - Zen y me digo "No soy digno ni el gel que amortigua mis pisadas"...

Pero la dignidad se gana en el asfalto. Mi hermano (Antonio, por cierto, que no le había presentado) me dice que haga mi carrera, que él va conmigo. Me calzo las Adidas que mi chica, cual doncella Ginebra, me entregó cuando empecé a entrenar, y tras dar una vuelta al pueblo nos vamos a la salida. Pum y la gente va en serio; voy a mi ritmo, pero con ese ritmo solo dejamos atrás a diez o doce corredores... Pero en fin, a mi batalla. Llega el primer kilómetro y voy bien; flipo cuando nos preguntamos por el ritmo y un señor nos dice que vamos a cinco y medio... Poco a poco vamos adelantando, sueltos, a alguno que otro que ha medido mal.

Sigo bien a ese ritmo, con mi hermano escoltándome, jodidillo de la rodilla él, yo alternando mis ya peculiares flatos histéricos con cierto baldamiento espaldar (esto creo que se debe a que una vez más, de los nervios, no he pegado ojo en toda la noche). Con eso y con todo, sigo manteniendo el ritmillo. Yo, a lo que voy, es a correrla entera sin pararme, sin andar.

Cuando parece -por los cálculos- que queda menos de un kilómetro adelantamos a un grupeto, con chicas de club incluidas. me animo, me creo que todo el monte es orégano y en lo que creo que es la última curva me veo bien y pego un estirón, adelantando a unos cuanos corredores de aspecto muy atlético. error; queda otro trecho y ahí me quedo más tieso que la mojama y me vuelven a adelantar casi todos. pero aguanto bien; mi hermano me dice que se va a dar un gusto y esta vez si que se va él, haciendo honor a su apodo de "El antílope de las Musas". Yo, a base de pundonor, respondo a lo que se espera de "El Guepardo de Majadahonda (por las pecas, lo digo) y termino lo mejor que puedo, pero como quería, sin parar a andar en ningún momento.

en la meta marco 35:45, que no veo mal... pero despues de ciertas consultas entre atletas con poderosas herramientas cientificas de medición, dscubrimos que en realidad no hemos corrido una leguan sino un kilómetro más (una variación de última hora del recorrido) con lo cual me he cascado seis kilómetros y medio a 5'45'' más o menos, que sé que es una risa pero a mi me parece una gesta aboslutemante etiopéica... Hace menos de un mes, cuando empecé a correr, apenas aguantaba diez minutos seguidos de trote...

lo mejor, que me he divertido mucho, que me he sentido muy bien y que mi hermano y yo hemos hecho algo juntos. nos han dado la camisetilla, un par de chocolates calentitos que nos han sabido a gloria y nos hemos quedado al sorteo, sin suerte pero ha estado gracioso. ha sido una muy, muy buena mañana. y queda solo una semana para la gran cita, quien me lo iba a decir, ya mi tercera carrera del año.

sábado, 23 de diciembre de 2006

Propósitos (atléticos) para el nuevo año (La etiopeización de Dario)

Voy a tratar de ser realista. Me acaban de hacer una oferta buenísima (el curro que estaba esperando desde hace años... justo ahora que estaba tan tranquilo) y me temo que eso me va a quitar mucho tiempo, pero organizándome (no sé si esa palabra s compatible conmigo) puedo seguir un plan de entrenos más o menos lógico (tampoco esto encaja, pero en fin)...

Tres /cuatro días a la semana, según se dé, a correr: monte, acera, cinta, pista... variando para no aburrirme. 25 kilómetros s la semana estaría bien.

Cada dos semanas, una carrerita, variada (10 km, algún cross, alguna montaña suavita), con el objetivo de una media marathón antes de ¿verano? ¿fin de año? ya se verá, sin prisas. De momento, humilísimo, intentar bajar de la hora en los 10 para entrar en control en la media.

Como no voy a hacer entrenamientos largos, que me conozco, había pensado sustituir alguno de ls semana por 'carreras extra', fuera de concurso, en las que iría solo por rodar. Ahí los expertos me dicen que no es buena política, porque en cuanto te ponen un dorsal de rodar nada y te fuerzas más que en un entreno. No sé, dudo...

Y por último un día / dos de fuerza en el gimnasio a la semana. Ayer un monitor muy majo, que además corre regularmente, me hizo una tabla con aparatejos variados y abdominales.

Pues esto es todo, ah, si, me gustaría bajar hasta los 67 /68 kilitos, para correr más ligero y por estar más guapo, que mi chica me dice que me sobran tres o cuatro (aunque sé que también le gusta agarrarme de las mollitas laterales que ahora tengo). En fin, feliz navidad a todos y espero que se cumplan también vuestros planes este año, atléticos y lo de ser feliz.

martes, 19 de diciembre de 2006

La próxima vez prometo estirar, padre

Sí, llevo dos días con unas agujetas en los gemelos del carajo, sobre todo cuando estoy parado un rato. Y es que entre brumas creo recordar que no estiré nada cuando acabé (si lo hice antes) y eso parece ser una muy mala práctica. En fin, acabé tan cansado y feliz que ni me acordé.

Me he dado un par de días de vagancia pero mañana reseteo y empiezo de nuevo. Hasta finales de año tengo bastante lío y poco tiempo, así que seguiré corriendo como pueda y con mis caóticos entrenamientos, pero me gustaría organizarme un poco. Donde vivo (Majadahonda) hay opciones para todos los gusos; a cien metros de mi casa, un monte estupendo para practicar sobre tierra, donde puedo preparar varios circuitos campestres, mixtos con asfalto, etc. También hay un gimnasio muy majo dobde voy a correr en cinta si hace un día de perros, nadar, y tendría que intentar, por lo que dicen, hacer ejercicios de fuerza, que supongo que me vendrían bien para no acabar con los riñones y la espalda desechos, como el otro día. Y, por último, hay una pitsa d atletismo municipal que se puede usar por 30 euros al año, correteando con la gente del club y todo aparte de hacer esas series que tanto le gustan a Ana espirulina, por lo que cuenta. Trataré de hacer un coctel con todo ello.

Según vea como recupero intentaré seguir el ritmo de mi hermano Antonio (un par de carreritas al mes) o dosificarme más. De momento, tengo dorsal para las dos leguas de Leganés del 4 de febrero (eso de las leguas me encantó) y es posible que me apunte al Trofeo París con él. También me habla de la media de getafe, porque por lo visto hay posibilidad de corerer solo los primeros diez kilómetros, pero soy muy cabezón y con tal de llevarme a casa la camiseta soy capaz de intentar acabar, y para eso, sinceramente, ahora mismo no me veo.

Agradezco consejos sobre posibls carreras y métodos de entrenamiento...

domingo, 17 de diciembre de 2006

El esperado debut

¡Hola! ha sido una semana de mucho curro y apenas he podido escribir, ni tampoco entrenar. Y encima he comido como un ocelote en las fiestas de empresa (en plural porque soy pluriempleado). Ayer sábado fui al pueblo a llevar a mi tía, que se había dejado olvidado el sonotone (verídico) y como aquello es tan idílico y sanito me puse a correr un rato, pero me encontré asfixiado.

Temía el desastre más absoluto para hoy, mi debut en competición, la "III carrera de navidad de Cercedilla", que además me habían avisado que era durilla. Encima, anoche no pude dormir, de los nervios (estoy como un cadete, a mis 41) y me he levantado hecho polvo y pensando que era mejor quedarme en cama. Pero ha podido el pundonor. Y mi chica me había cosido el dorsal a la camiseta y todo, decidí que tenía que ir como fuera y acabar como pudiese.

Muy buen ambiente al llegar, aunque me preocupaba ver tanta ropa técnica, tanto polar y tanta figura esbelta. me veía andando descolgado por el monte, olvidado por todos menos por las fieras que esperaban su comida. Sólo me descubrirían cuando descbrieran mi chip días después en la moñiga de un oso.


Salimos y el primer kilómetro muy bien, en asfalto, pero se ha empinado al cuesta para subir hacia el monte y ahí me he comenzado a quedar. Ma ha animado que se quedara gente conmigo, y lo más curioso ha sido cuando un señor muy, muy chiquitito, que trotaba con un paso como de ciempies tap-tap-tap y al que había adelantado al principio me ha vuelto a pasar. Al poco hemos entrado en el monte, por un sendero de estos para caminantes, y hemos empezado a alternar subidas y llanitos, en los que alternativamente andaba y trotaba. Lo curioso es que cuando andaba los gemelos me dolían un montón, y cuando trotaba me asfixiaba. Llegar al kilómetro 3 ha sido todo un carajal.

Pero poco a poco me he ido encontrando mejor, y he ido pasando gente -poca- incluso algunso chavales de muy buena estampa, atlética, me refiero. Los 3 últimos kilómetros de subida he ido a mi ritmo, y disfrutando del entorno que realmente era precioso, con arroyitos que había que saltar o cruzar por las piedras, vacas silvestres o de dueños muy confiados, arboledas, si todas als carreras de montaña son así la verdad es que merece la pena. Además, al contrario de lo que me decían, me ha parecido una buena idea empezar aquí por que se iba muy tranquilo, a mi empezar en una rodeado de gente me habría agobiado. Soy tirando a tímido para estas cosas y era una oportunidad perfecta para hacer la carrera a mi aire, rodado por gente que simplemente, como yo, trataba de hacerla como podía.

Al kilómetro 6 he llegado más o menos bien, y he tomado un poco de agua para el avituallamiento y una naranja que me ha sabido a gloria, y que me ha dado alas, porque pese a que se supone que debía estar muerto em he empezado a sentir muy bien y a correr a n ritmo muy vivo. me he juntado trotando con un grupeto de chicas muy simpáticas y he corrido con ellas hasta que en el 9 o así me he sentido con fuerzas para irme. Cuando he visto el 10, y eso que era llano, me he puesto contentísimo, y me he permitidfo el lujo de hacerme el último kilómetro pico esprintando (a mi manera, calro) y adelantando a unos cuantos que iban por delante, incluso a unos chavalines a los que les ha sentado como un tiro pero que no han podido con mi rush final, ya cerca de la plaza mayor donde estaba la meta.

He llegado feliz, me he demostrado que me puedo correr 11'6 kilómetros y no he sido el últmo, como esperaba. En concreto he dejado atrás a 70 y tantos compañeros de correrías. El tiempo no ha sido glorioso, 1'24 , creo que los 10 los he debido pasar en 1'15 (aunque me he equivocado y le he dicho a mi hermano 1'05) lo que me da una buena referencia para al San Silvestre. La verdad es que ha sido una experiencia preciosa, me ha animado a seguir y creo que he superado una prueba crítica. Esta semana he corrido poco y necesitaba un incentivo. Ahora sé seguro que puedo acabar la San Sly (como parece que es algo mas facil supongo que podré bajar este 1'15, que ya se que es una ruina pero me doy con un canto en los dientes, poque hace tres semanas, cuando empecé a entrenar, pensaba que no iba a llegar con el control abierto, si llegaba).

Pero sobre todo he disfrutado mucho de la carrera, lo he pasado realmente bien y creo que esto me gusta, que voy a seguir haciendolo regularmente. Si ralmente hubiera sido el último me habría dado igual. la sensación al llegar a meta, ver a la gente aplaudiendo y recibir la bolsita con los regalos (por cierto, a las chicas les daban un reloj extra muy chulo, y han sido tan amables de darme uno para mi propia) no creo que me hubiera sentido mejor que en un podio olímpico. Si lee esto alguien que no haya corido nunca y le de un poco de respeto, o de verguenza si es tan malo como yo, que se le pase. Y si es alguien que suele correr, que no se olvide de esta carrerita que realmente es chula.

Pdta. por cierto, mi hermano Antonio, un campeón en Aranjuez, bajando de los 50 minutos.

miércoles, 13 de diciembre de 2006

La saga de los Vico en acción

Los hermanos Vico copan este fin de semana las competiciones atléticas de más alto nivel. El menor, pero más experimentado, Antonio estará en Aranjuez, porque fue rápido hasta para sacar el dorsal. El mayor, pero más cabra, (yo) hará el ídem en la Carrera de Navidad de Cercedilla. Como estaba acojonado con debutar (después de 20 años sin correr) en una de 10km, por asfalto y casi llanita, voy y la preparo con una de montaña algo más larga y con riesgo de ser devorado por un Grizzly si me descuelgo. Pero en fin, me podía lo de tener un dorsal propio... Y encima me han dado el 911, como el Porsche. O el teléfono yanqui de urgencias...

En otro orden de cosas, asistí esta mañana a la rueda de prensa de la San Silvestre, con el alcalde haciéndose el simpatico y el ciudadano. Curiosamente esta tarde he tenido que ir a otra rueda de prensa, de una empresa de telefonía, y también estaba allí. En fin, simpáica presentación de Javier Reyero, dossiercito y bonita camiseta de algodón que creo que es la misma que este año se puede comprar como merchandising. En cualquier caso es chula y como me la han regalado, no me puedo quejar. Ya de paso he recogido la oficial de la carrera y, primer error de novato, la M, que normalmente es mi talla, me queda un poco estrecha de pecho. Mira que no pedir una holgadita...

mañana, más, que estoy cansado.

lunes, 11 de diciembre de 2006

Día de descanso y poda

Hoy he decidido darme descanso y no correr. Ha sido una buena semana y necesitaba tiempo para las plantas de la terraza y la jardinera, que las tenía olvidadas. He podado los rosales y los arbolitos -menos el olivo, que dudo-, he arrancado malas hierbas, indultado al madroño que tanta rabia le tiene mi chica y eutanasiado a los pinos que por mucho que me empeñe no salen adelante. En fin, soy jardinero más por que al final nadie se ocupa que por vocación, pero la verdad es que me gusta de vez en cuando dedicarle un rato y dejarlo todo preparado para la estación.

sábado, 9 de diciembre de 2006

Experimentando en el asfalto

Creo que ya he comentado que estos días suelo entrenar en cinta, salvo un día que me fui a correr con un amigo. La mayoría de los corredores a los que se lo he comentado me dicen que no es lo mismo, ni por sensaciones, ni por técnica, pero creo que en cualquier caso es un buen entrenamiento y que cuando empiezas te sirve para tener referencias, coger ritmo, motivarte un poco más y sobre todo si empiezas en un tiempo tan frío no congelarte y calarte. Pero sí, es evidente que la experiencia es distinta y tenía que pisar asfalto. Además, si corres en cinta muy seguido acaba por convertirse en tedioso.

Hoy ha sido un buen día para escapar de la rutina porque estaba menos cansado que ayer y no hacía muy mala tarde, dentro de que hace un frío polar aquí en Majadahonda. Además, me apetecía probar las zapaz que me regaló mi chica y las guardo para el asfalto. Y hacer un recorrido más corto pero similar en algunas cosas a la San Sly; primero un llano alternando con bajaditas, luego una bajada bastante larga y al final una cuesta del copón. Hombre, la carrera real es distinta y mucho más dura, pero quería probarme sobre todo al final. Y de paso comprobar como se corre en bajada, que he comprobado que como es lógico cuesta mucho menos pero a la larga cuesta más de lo que parece.

No me he llevado reloj ni he medido la distancia para no andar enmogollonándome, quería salir un rato y ver como aguantaba. El primer lado del triángulo, muy bien, el segundo, la bajada pura, bien, pero he notado que las piernas iban tostándose un poquito, me consolaba pensando que la subida la haría como pudiera, andando si era necesario, pero cuando he llegado y se ha empinado he notado que podía, y podía... Y he conseguido llega hasta el final, curiosamente mucho mejor de piernas que de respirción, que es lo que más me costaba. He andado luego un rato paa recuperar y en seguida me he encontrado muy bien. Físicamente, porque mentalmente estaba feliz; si hace un mes me dicen que voy a hacer ese recorrido corriendo y a buen ritmo, ni me lo creo. De hecho, cuando decidí correr la San Sly y no tenía referencias de como estaba pensaba en llegar hasta Recoletos o como muchísimo, ya en plan ciencia ficción, a Atocha y retirrarme, ahora tengo muy claro que o tengo un desmayo fenomenal o una lesión que me deje doblado o llego, a rastras pero llego.

Más contento me he puesto cuando he hecho el recorrido con el coche y he comprobado que eran 5'2 kilómetros (1'6 en llano, 1'8 en bajada y 1'8 en una subida bastante jodida), sin parar a caminar y a un buen ritmo, aunque no he medido tiempo yo creo que ha sido menos de media hora, lo que me da un escenario acojonantemente prometedor para mis expectativas, aunque evidentemente sea el doble de distancia la que me espera. Por el perfil que veo en la carrera hay una subida inicial complicadilla, pero como es en plena salida creo que no hay que volverse loco y considerarla un entrenamiento. Luego -ayer aproveché que bajé a Madrid para pasar por ahí- serrano es una bajada bastante parecida a la de hoy y hasta Atocha parece más o menos llano y queda la subida dura, pero hoy me he demostrado que una cuesta tampoco me tiene que frenar en seco. Ando muy bien de moral y eso es importante.

A partir de ahora voy a tratar de correr más asiduamente en la calle, especialmente de viernes a domingo, y voy a utilizar el gimnasio para hacer esos ejercicios de fuerza que tanto recomiendan. Si alguien me da pistas más específicas sobre qué cacharritos utilizar me vendrían bien...
Eso sí, ninguno que implique usar los brazos para nada.

viernes, 8 de diciembre de 2006

A tope de endorfinas y lujo

Gran derrota para mi otro yo, "Supervago". Llevaba un par de días de paliza -anteayer, de entrenamiento, ayer, de puro estrés pre navideño- y hoy andaba cansado y con ganas de relajarme y pasar de todo. Realmente ha sido un esfuerzo tremendo convencerme para calzarme las zapas, y una vez en faena empezar a correr. He empezado muy a disgusto pero poco a poco me he encontrado mejor porque veía que pese a estar matado aguantaba el esfuerzo mucho mejor que hace un par de semanas, cuando empecé. Tres kilómetros al trotecillo -he comprobado que a ritmo aguanto mucho más y mejor incluso que acelarando y parando para descansar andando- y cuando los he acabado, que eran mis objetivos mínimos, me he dicho "que c..., y uno más a toda leche" y aunque lo he sufrido lo he acabado a toda pastilla. Al final han sido 4 kilómetros en 29 minutos, que os parecerá una risa, pero a mi no y menos en un día en el que realmente creía que no me podía sacar nada.

Ha sido importante, tanto como correr ocho kilómetros seguidos el otro día, porque he visto que en un día malo, malo puedo aguantar el tipo. Creo que el objetivo de hacerme la San Sly en 1'20 es factible. No es un gran logro, lo sé, pero me valdría para seguir corriendo regularmente, y ahora mismo volver a hacer ejercicio regularmente y correr esos cuatro kilometritos de nada tres o cuatro veces a la semana, cuando pase el 31 de diciembre, me vendrían estupendos para la salud.

De momento, he notado que duermo mucho mejor, que tengo en general más reservas no ya solo en lo físico sino incluso en el terreno psicológico y, eso sí, un hambre que me subo por las paredes. Compenso que como un poco más con lo que quemo, pero ahí me surge una duda y es si debería apretar con la alimentación porque me gustaría llegar a la carrera con unos kilos de menos -de 72 a 69, de momento ando en 71'5- que creo que me harían andar más ligerito.

Te pongo unas letras

Hoy no he podido correr, pero quería escribir algo sobre literatura sobre corredores.

Este bloguito homenajea a "La soledad del corredor de fondo", un relato sobre un chaval de un reformatorio que participa en una carrera y durante la misma va pensando por qué y por quién está realmente corriendo. Todo eso le llevará a tomar una decisión en los últimos metros...

No cuento más. Sólo avanzo que lo escribió Allan Sillitoe, un tipo que encabezó una generación de escritores ingleses de los años 60 que se llamó "angry young man" (algo así como jóvenes airados) que le dio un vuelco a la novela social. También escribió "Sábado noche, domingo mañana" y de ambas se hicieron buenas películas, que también cambiaron el cine británico de la época. Es un poco lo que luego ha hecho (en cine) Fernando León de Aranoa, pero con un poquito más de reflexión y mala leche. En cualquier caso, es una bonito relato para quien guste de correr largas distancias y pensar mientras lo hace.

No recuerdo mucha más literatura sobre el tema, ahora me viene a la cabeza "Un helado para la gloria", del italiano Ugo Riccarelli, que es una recopilación de cuentos sobre gestas deportivas en las que fantasea sobre los hechos, lo que pensaban los personajes, etc. Uno de los relatos habla de Emil Zatopek, el fondista checo, en los años siguientes a la 'Primavera de Praga'.

En cine, todo el mundo recuerda "Carros de fuego", claro. Yo recuerdo haber visto una película hoy olvidada y no especialmente buena pero con cierto encanto llamada "Running", que es un equivalente a "Rocky" pero en marathoniano. Un Corredor veterano y que nunca se ha comido un rosco se califica inesperadamente para las Olimpiadas. Nadie confía en sus posibilidades pero...

En la tele he visto unas cuantas en Estrenos TV de las que ni siquiera recuerdo el nombre, y hay alguna que me gustaría. Así, a vuelapluma, pienso en una que alternaba las historias de varios participantes en la marathon de NY, entre ellos uno obsesionado por bajar por primera vez en la historia de las dos horas, otra sobre el legendario fondista americano Steve Prefontaine y, la más rara de todas, una de Michael Landon sobre un muchacho que se hace pis en la cama todas las noches y su madre, hasta el cuenco de él, decide colgar las sábanas mojadas para avergonzarle. Como resulta que el pobre muchacho incontinente se enamora de su vecina, todos los días corre como un gamo para quitar la sábana antes de que la vea su amada. Y así, carrerita a carrerita, acaba convertido en campeón olímpico. No me digais que el guión no se merecía un Óscar especial por su rareza.

¿A alguien se le ocurren más libros y películas?

miércoles, 6 de diciembre de 2006

La leyenda olímpica, un señor de Palencia y un crío viendo la tele

Creo que uno de los recuerdos deportivos más lejanos que tengo es ver la final olímpica del 72, la que ganó Lasse Viren (batiendo de paso el récord de la especialidad) después de caerse en plena carrera, levantarse y recuperar el ritmo. Aquello fue una hazaña que nos fascinó a todos, aunque luego con el tiempo se ha cuestionado mucho al finlandés por sus métodos de entrenamiento, entonces científicamente pioneros (sobre todo por las autotransfusiones de sangre) y hoy considerados doping. En cualquier caso, la leyenda permanece, porque fue una carrera impresionante, no ya solo por la remontada de Viren (aproximadamente en el minuto doce de carerra, aunque a a falta de un par de vueltas está a punto de caerse de nuevo) sino por un último kilómetro a un ritmo infernal, con un puñado de atletas que parece que están corriendo un 800 a pesar de la paliza que llevan y con un tiempo que barre el de todos los que han intentado antes la distancia...

Hoy, para inspirarme de cara a mi propia carrerita, recupero aquellas imágenes en el You Tube y me doy cuenta de que se me olvidaba algo: por qué no me perdí precisamente aquella carrera. Yo tenía seis años en el verano 72 y, aunque era el canijo y escuchimizado de la clase, tenía un extraño espíritu competitivo que sólo me permitía competir, no ganar a nada. Entonces no era tan raro hacver algo simplemente porque te gustaba, que hoy dicen que en muchos deportes apenas hay vocaciones porque los chavales, si ven que es imposible ganar, ni lo intentan, por no derrochar sufrimiento e ilusión. O César o nada, si no puedes ser Fernando Alonso mejor ni lo intentes. Cuando yo era chico los deportistas españoles no ganaban nada o casi nada, pero ahí estaban, y eso favorecía dos cosas: que no hubiera ese sentimiento nacionalista que te hace detestar los éxitos ajenos y que sintieras el valor de competir por el puro placer de probarte, de verdad que nos creíamos aquella campaña de "lo importante es participar".

Y, a lo que iba, aquella carrera la vi porque corría un españolito de Palencia, Mariano Haro. Hoy apenas encuentro en la web algo sobre su palmarés, y el dato de que fue quinto en aquella final, pero nada de cómo lo fue. Estuvo delante todo el rato, mucho más activo que el propio Viren. A falta de un kilómetro de vueltas debió sentir un aire que le venía de las sierras de su pueblo y, aunque era una quimera, se lanzó a por la cabeza de la carrera. Supongo que aquel enano que era yo se volvió loco, mirando aquellas imágenes aún, aquí, en blanco y negro. Hoy Haro jamás habría hecho una cosa así, porque tendría mucha más información y sabría que aquello era un suicidio, pero entonces sólo sabía que tenía fuerza en las piernas y quizá que un chico que siempre llegaba de los últimos en las carreras del colegio (porque se había tirado casi un año sin moverse de la cama, por el reuma) estaba viéndole, en alguna parte, pensando quizás que él también estaba allí, corriendo delante de aquel finlandés espigado, un inglés aún más alto con una zancada terrorífica, un africano de los que entonces solo se veían en las películas, y todos detrás suyo y del palentino.

Luego Viren pegó un estirón increíble y nadie pudo seguirle. Mariano, que se había vaciado, fue perdiendo plazas y aguantó el quinto puesto, que ya era bueno, como pudo. Y yo, supongo que bajé a la calle a correr... pensando que era Viren. Bueno, puede que la siguiente vez que hicieron una carrera en la clase de gimnasia, aquella que de pronto me dio por salir escopetado aunque sabía que me iban a coger a los cien metros, me diera por pensar que era Mariano Haro, en Munich. Los críos se acuerdan de lo que olvidan las enciclopedias.


Pdta. Veo también a otro español en aquella final, pero no tengo ni idea de quien puede ser.

Con todo el equipo

Una de las primeras decisiones que hay que tomar, por lo que parece, es elegir el equipo con el que vas a correr. Cuando yo salía a correr, en tiempos inmemoriales, te ponías unos pantalones cortos, unas zapas cualquiera y una camiseta y a tirar millas. Pero ahora la cosa es más complicada. La verdad es que entre tanta variedad te puedes perder si eres un novato, pero sobre todo si ya no eres un crío merece la pena pensártelo un poco porque te puede evitar muchos disgustos, problemas y lesiones.

El primer día me puse unas viejas Nike de tenis con la suela casi a ras y cuando acabé de correr me dolían un montón las rodillas. Mi hermano me dijo que estaba tonto (nunca pierde una buena ocasión para hacerlo) y me dijo que me comprara unas zapas ligeras y con cámara de aire ya. En la supertienda esa deportiva venden unas por menos de diez euros que para salir del paso no están mal, por lo visto. Fui a echar un vistazo y hay toda una gama de zapatillas, algunas costaban un riñón y no sabía muy bien que hacer. Afortunadamente, mi chica se lió la manta a la cabeza, se fue una tarde, desplegó sus dotes de seducción y sacó información a varios dependientes y /o atletas consumistas y me trajo unas Adidas rojiblancas que estaban de oferta y son una maravilla; ligeras, amortiguan un montón la pisada, no me rozan... Creo que para empezar me valdrán, luego ya le pediré consejo a Espirulina cuando me funda estas y si necesito unas más sofisticadas.

De momento sigo corriendo con unos pantalones de tenis y una camiseta cualquiera, pero es evidente que para la San Sly necesito alguna que otra pijada. Ya no es solo la comodidad en carrera sino el antes y el después; no quiero llevarme un mochilón con cosas porque no me fio del rollo del guardaropa, pero tampoco quiero pasar frío. Parece que lo básico son unas mallas, que ya tengo (de invierno, mulliditas, aunque vendían unas que según ellos reducen el cansancio, supongo que será una milonga), un cortavientos, que es como un chubasquero pero en moderno, te quita frío, no pesa nada y te lo puedes enrollar en al cintura y correr con él, unos calcetines cortos y mulliditos y unos guantes, que estos ya los tengo porque en la revista Sport Life regalaban unos. Ya tenía unos de piel, pero correr con mallas y guantes de cabritilla quedaría un poco raro, incluso en la San Silvestre (solo me faltaría la levita para ir de personaje de Dickens). Estos son de lanita y me valen, y por tres euros con revista y todo no se puede pedir más. Camiseta usaré la que te regalan en la carrera, que creo que es buena.

Me asalta la duda de si es mejor comprar en la megasuperficie esta de deporte o en la tiendecita del pueblo. De acuerdo que en la primera tienen muchas ofertas, pero no sabes lo que te estás llevando ni puedes pedir consejo, porque el chico que te atiende se supone que lleva las secciones de running, caza mayor y piraguismo, y me extraña tanta versatilidad. Más o menos te dicen lo que han visto en el folleto y te despachan rápido. En la tiendecita se molestan en contarte, te buscan una solución más personalizada y aunque en principio todo parece más caro yo creo que a la larga te ahorras porque de entrada te llevas cosas que te van a durar más o servir mejor.

Luego ya, si la cosa se pone más en serio, me iré a por un pulsómetro sencillito, unas zapas de repuesto y otras por si corro en montaña, y poco más. No creo que sea un deporte, salvando lo básico, de gastarte una pasta, aunque si te da el punto consumista hay infinidad de chorradas que no creo que sean muy necesarias, ¿o sí?

martes, 5 de diciembre de 2006

Hoy me he entrenado nadando

La verdad es que no pensaba hacer nada hoy, porque me lo había dado como día de descanso, pero justo al bajar del tren me llama mi chica y me dice que la vaya a buscar en una hora. Así que por no pasar por casa y que me diera pereza he decidido irme al gimnasio un rato. Desastre; no tenía pantalones de deporte. Pero sí bañador, así que me he ido a nadar un rato.

Le he preguntado al monitor si lo de nadar va bien para correr y me ha dicho que sí, que hacer piernas con las aletas fortalece los tobillos. Así que me ha dejado unas aletas y me he puesto a hacer largos. Hubo una época en la que nadaba mucho, así que más o menos he ido rápido y cómodo, aunque se nota no poder usar los brazos (tengo uno hecho polvo por el tenis y no hago nada para intentar escaparme de la operación). Los tobillos se me han debido fortalecer del copón, porque cuando he salido tenía las piernas como de madera. Lo bueno de nadar es que si aprovechas en un ratito corto lo aprovechas bastante.

Como al lado hay un mini-spa me he dado unos masajes de esos de chorros, y he andado por una piscina con cantos que por lo visto relaja las plantas de los pies que es una barbaridad, aunque también srve para soltar adrenalina, porque iba blasfemando a cada paso que daba. Deberían poner cantos rodados porque sinó es un suplicio, aunque a lo mejor así no funciona.

Y eso ha sido todo por hoy, en plan atlético, me refiero.

Disco recomendado para correr de hoy: Creedence Clearwater Revival (alias 'la Cridens, colega): "Cosmo's Factory".


Al lado: John Fogerty y sus colegas de la Cridens (colega) entrenando para la marathon de San Francisco.

Métodos de entrenamiento que no se han visto desde la caída del telón de acero

Hace un par de semanas empecé a entrenar. Con mi hermano no puedo ir porque vive lejos y, como es corredor habitual, se iba a morir de entrenamiento. Lo lógico es que como tengo un parque al lado tremendo (el Monte del Pilar de Majadahonda) me pusiera a hacer el cabra por ahí, pero sabía que me iba a dar pereza y además, correr sin estímulo y referencia me iba a acabar por dar pereza. Así que como aquí hay un gimnasio del copón de la vela y relativamente barato, el Físico, me apunté dispuesto a correr todos los días un rato en las cintas. Ya sé que no es lo mismo, pero puedo ver el tiempo que llevo, las distancia, el desnivel, y de paso la tele. Y luego darme una ducha y un rato de sauna, ya en plan senador romano.

En principio corro cuatro o cinco kilómetros todos los días, bajando de vez en cuando el ritmo a paso rápido, y cada día mejoro un poquito. He notado que , por ejemplo, si veo que llega el tren y me hago la típica carrerita desde el parking de la estación ya no me asfixio como antes. Mi plan es conseguir correr la San Sly en una hora y veinte minutos, ya sé que no es especialmente ambicioso pero a mi, tal como me veía un mes, me parece como ir a la luna y volver.

Al principio todo el mundo pensaba que estaba loco, o tonto, porque acostumbrados a no verme hacer nada a la paliza que me voy a meter en Nochevieja pues se creían que me había tomado un bocata de Polonio 150. Pero como ven que me voy animando, y que después del curro me voy y vuelvo duchado, pues ven que voy en serio. Además me gusta porque con mi hermano, al que quiero mucho aunque sin entenderme con él de nada, ahora tengo un tema de conversación estupendo y me da muchos consejos.

Mi chica al principio era de un escepticismo absoluto, pero ahora creo que le hace más ilusión, porque además cree que me voy a poner muy delgadito. Como ando sin un duro y estaba corriendo con unas zapatillas viejas de tenis el otro día se fue ella sola muy misteriosa y llegó con una bolsa muy grande, y denttro había unas zapatillas Adidas preciosas, supercerolíticas y rojas y blancas, como la camiseta del Atleti mío. Me hizo una ilusión enorme.

Ya seguiré contando. Si alguien me puede dar cualquier tipo de consejos los puede dejar en comentarios y se lo agradeceré infinitamente.

Saludos a todos

Aunque llevaba soñándolo años, fue hace un par de semanas cuando decidí correr la San Silvestre vallecana y comencé a prepararla. Inspirado por blogs de corredores populares como Espirulina y el Asfalto he decidido contar mis correrías, aunque con la particularidad de que soy el más desastroso de los corredores de fondo que el asfalto ha tenido; empiezo con 41 tacos, después de meses de vagancia -tampoco es que antes fuera olímpico en nada- y de momento me conformo con terminar las carreras un poco antes que el bus escoba. Supongo que diré muchas chorradas y que mis métodos de entrenamiento y resultados -ahora me parece un triunfo hacerme los kilómetros en siste minutos- os parecerán de risa, pero en cualquier caso me apetece contarlo. Y como mientras corres te vienen muchas cosas en la cabeza aprovecharé para rescatarlas para este bloguito. Vaya manera de acabar el año; mi primer San Silvestre, un blog, y, sobre todo, la primera vez en mi vida que voy a salir en mallas a la calle, con el yuyu que me han dado siempre los cantantes de heavy y los mimos. Lástima que no fabriquen mallas en rayas azules y negras, como aquellas que llevaba Miguel Ríos en el "Rock'n'Ríos"...