miércoles, 2 de enero de 2008

Un año de carreras

Tan relajadito ando descansando de troterías después de un año (y un mes) de carreras. Un año muy brasileño (con colofón alemán) porque no ha sido hasta hace poco más de una semana que realmente me he encontrado tan bien entrenando como con el dorsal (el síndrome de Romario), y esto sin pasarme. Pero en quince días, los que median entre Aranjuez y la meta de la San Sil, he comprobado eso que decían de que el trabajo nos hará rápidos (el efecto Koikili).

Los últimos meses he corrido con, no voy a decir un plan, pero si con una intención. La progresión de principios del año pasado fue rápida pero en marzo estaba hecho polvo, lesionado todo el tiempo. Decidí tomármelo con más calma y aunque los resultados eran una mierda disfruté de correr. Después del verano corrí la Edward en la misma marca que mi primera San Sil (57 y pico) y decidí que era momento de progresar. Fui a por -55 y a finales de noviembre tenía -52.

Euforia ea la palabra de cara a Aranjuez, el 10 K más rápido del año, según la leyenda. Me pilló después de semana de cierre en el curro, diez días sin entrenar y me pegué un ostión del 15. No iba, creía que corría a tope y en realidad iba mucho más lento que en Rivas y Akiles (carreras más duras) y encima me lie con el iPod y fui todo el rato escuchando el último de Neil Young, un disco muy majo pero no precisamente enaltecedor del espíritu y generador de endorfinas. Total, una marca chunga y encime sin disfrutar de la carrera. Salí jodido, la primera vez que me pasaba en una carrera, eso estaba bien. Me creía mejor, y eso mola (si puedes demostrártelo).

Me tomé unas vacaciones currelares y estas dos semanas he salido a entrenar regularmente. Y sí, me lo he pasado bien (y he elegido mejor banda sonora, el último de Springsteen, Interpol, Amy Winehouse, Jon Spencer BE). El primer ensayo fue la San Silvestre Mostoleña, el 28 de diciembre. Sin ir a tope mejoré cuatro minutos y pico la marca del año pasado (era la primera carrera que repetía) y me lo pasé bien. Como soy del Atleti, algo tenía que jorobarse y la noche anterior a la SSV no dormí nada, con lo que amanecí baldado. Así que me puse un objetivo razonable, adiós al -50 y tratar de mejorar los 51'51 de Rivas. Contaba con un primer kilómetro lento, por la cuesta y el mogollón, y dos últimos jodidos, por la cuesta, la espalda y las piernas. La idea era llegar en 40 minutos al 8 y me sobrarían casi 12 para subir al tran tran los dos últimos.

Y así fue; salida lentísima, pese al cajón, esquivando mogollón de gente (el año pasado no lo noté, porque apenas adelanté a nadie) y bajando de 5 minutejos los kilómetros fáciles conseguí llegar al 8 en el tiempo previsto, segundo más o menos. Al final me sobró un minuto, aunque la cuesta la sufrí más que el año pasado. Objetivo cumplido. 50'56", una marca decente para mis posibilidades pero mejorable. La carrera me pareció menos bonita que el año pasado, también es cierto que la sufrí más, que se notaban los cinco mil corredores extra y que he corido muchas otras que también tienen su encanto... Pero si, hay que reconocer que es LA CARRERA.

Ahora cambio de planes. Como no quiero volver a romperme prefiero aparcar la mejora en velocidad y centrarme en la resistencia. Así, la idea es correr lentos los 15 K de Tres Cantos en vez de ir a probar marca en los 10 K del Paris (por mucho que me duela porque es una carrera preciosa). Se trata de ir ganando fondo poco a poco, corriendo una Media al mes no tanto mejorando marca sino estado físico al cruzar la meta. Antes de ir a bajar de las dos horas prefiero acabarla en 2'15 y tan pancho. Poco he aprendido, pero para correr rápido hay que hacerlo antes mucho y lento.

Un beso a todos.