Media de getafe: With a Little Help from my Friends

What would you think if I sang out of tune
Would you stand up and walk out on me...

Pues cayó la media... Y a mi ritmillo diesel; 2'06 a 5'59 el kilómetro, según la clasificación oficial. Eso sí, de momento es el límite. No temáis que este año no em apunto al Mapoma. Ahora, del que viene, no digo nada...

La que corre a mi lado es, sí, Ana. Un poco más atrás, pero sólo para hacer la foto, el Antílope, que me acompañó hasta el final y se lo agradezco más que nunca, porque si me deja slo me habría parado. Ana nos marcó el ritmo los tres primeros kilómetros, y puedo aseguraros que es una chica que sube las pulsaciones. Luego se fue a fulminar su record, que habría sido mucho mejor si no se llega a quedar con nosotros al principio. También habría sido peor el mío. Así que gracias, guapa.

La mañana empezó con un frío que pelaba pero bien; en el frntón nos encontramos con Ana y Merak, que es un tío de lo más simpático y con una pinta de atleta que tira de espaldas. Además, lleva hinchada a las carreras, incluido un merakito de 12 castañas que pronto nos dejará a todos por lentos. Ana, ya contaba, empezó la carrera con nosotros, pero iba con super 98 y la dijimos que se lanzara, y vaya que si lo hizo; que fiera, la gacela de Simancas.

Empecé mejor que otros días, creo que gracias al ritmo que marcó Espi. Llegar al diez se me hizo más o menos fácil -quien me lo iba a decir- y a partir de ahí empecé a tener problemas en los riñones, pero soportables. De piernas y respiración iba bien, y de pulsaciones (estrené el cacharrito, que funcionó muy bien) en torno a las 165. De ahí al 15 noté bajón, pero llegar a ese tope me relajó, porque suponía mi distancia más larga corriendo. A partir de ahí todo era bonus.

El pajarón llegó en el 18. Me hice un kilómetro muy lento, eses y el siguiente lo pasé mal, las piernas ya no andaban tan frescas y los riñones, al jerez. Mi hermano me animó y tan cerca me veía que no podía rendirme, así que tiré como pude y volví al ritmillo. Afortunadamente, dentro de que era una media, el circuito no era muy duro y los dos últimos eran llanos, y llegar al polideportivo, con meta en la pista incluida, me dio un subidón que me permitió llegar con cara de feliz, que en realidad era como estaba.

Eso sí, esta vez las alegrías de mi último kilómetro de apretar y adelantar gente, nanay. Llegué justito, justito de fuerzas. Pero muy contento. Nos esperaba Anita, con la que me fui a tomar un caldito muy rico mientras mi hermano Antonio se ponía en manos del fisio degratis que ponía la organización. Nos lo pasamos bien charlando, es una chica muy maja, y estaba realmente graciosa pegada a la estufa como una lapa. Es muy friolera.

La organización, bastante bien. La carrera, buen recorrido para un principiante o quien quiera hacer marca, no especialmente bonito y quizas el fallo es que discurría por calles no patonales, con lo que no solo había algún tramo en el que corrías en paralelo a los coches sino que en otro llegamos a tener que esquivar a un taxista que no es que circulara entre la carrera, es que hacía maniobras de aparcamiento mientras los corredores le esquivaban como podían. pero vamos, aprobado alto.

Como fin de fiesta tuvimos una gymkana automovilistica; primero llevamos a Ana hasta su coche, un coupé dabuten, que había aparcado a una distancia de otra media maratón. Luego llevé a mi hermano al suyo, que habíamos visto dos veces durante la carrera pero luego no recordaba el nombre de la calle donde lo tenía. Así que empezamos a dar vueltas y no había manera, y eso que iba provisto de herramientas técnicas de todo tipo, GPS incluido. Al cabo de un buen rato se nos ocurrió la birllante idea de mirar el folletito de la carrera y seguir el recorrido, y efectivamente, allí estaba el carro. Ya para culminar el tour me despisté al tomar la M40 y estuve haciendo el tour de las radiales un buen rato. Moraleja, a la próxima, en cercanías.