martes, 4 de marzo de 2008

Put me back on my bike

"¿Os acordáis alguna vez del ciclista Tom Simpson, de cómo se asfixió en el Aubisque? ¿Qué me decís de la imagen de su maillot como una tabla de ajedrez rota sobre la gravilla?"
(Atxaga)

Supongo que a medio camino entre el coraje suicida (y tóxico) de Simpson y la memez de Rígoli y su "Yo sigo", el domingo, tobillo renqueante y recién iniciada la ingesta de antibióticos (Otitis) el domingo me levanté y me fui para allá. Allá era, en aquel momento, un lugar colindante con el más allá y también Villalba.

Al final aunque la cosa fue durilla, la cosa acabó más o menos bien, con unos discretísimos 2'20 al final de los 21 K, 165 pulsaciones de media y algo más cansado que en otras pero teniendo en cuenta que era la segunda semana en la que corrí sin trotar (solo salí a nadar tres días) y que por primera vez encadenaba medias dos domingos seguidor, era comprensible. Los daños, a estas alturas, mínimos. El tobillo responde bien y aunque en carrera tuve problemas con un gemelo parece que remite. Espero reanudar entrenos normales mañana, poco a poco, y recuperar forma y salud para seguir con el programa previsto.

La carrera, muy dura y bastante bonita en sus dos primeros tercios (sobre todo la parte más campestre) y en el último bastante asquerosa por culpa del tráfico; parece imposible que en una carrera de dos horas se contenga hasta que lleguen los últimos del pelotón y aparte de tragar humo viví situaciones de insólito peligro, no sólo por esquivar conductores suicidas sino porque uno, al negarme a apartarme para que pasara, se bajó y amenazó con ostiarme. Tampoco es novedad, he de confesar.

Volví a salir cerrando pelotón, como es mi costumbre en la distancia. Fue más agradeble que otras veces porque en vez de llevar al ambulancia a tres palmos del culo esta vez nos acompañaban unos simpáticos ciclistas. poco a poco fui cazando algún que otro corredor y corrí un rato junto a José Cortés, que creo que ha corrido todos los mapoma menos uno, y volverá a hacerlo pese a que una de sus rodillas anda peor que renqueante. Un héroe. Me gusta correr al final del pelotón con gente así, y con otros corredores ultralentos que me demuestran que se puede acabar un maratón adaptándolo a tu vida y tus fuerzas, y no al contrario.

Psicológicamente estas tres medias (Getafe, Latina, Villalba) han servido para darme mucha moral, pese a que los tiempos no son buenos. Primero porque las he acabado bien de fuerzas y es una distancia que considero asumible. Segundo, porque en cola he alternado con gente que ha avcabado regularmente maratones y piensan seguir corriendo, y me he notado a su altura. Eso quiere decir que estoy en condiciones de lograrlo. Y tercero porque he asumido riesgos pero también he aprendido a hacerlo con precauciones, como este domingo. Lo sensato era no correr o hacerlo con una serie de condiciones que me 'protegieran' de lesiones, y por eso he probado el método que Hita y Espi van a poner en práctica de parar a andar regularmente, y no sólo en caso de dolores o agotamiento. He de decir que no es tan fácil como parece, hay que buscar los momentos y los tiempos. Pero bueno, es otra cosa para aprender.

Una semana sin carreras y luego la media Universitaria, donde supongo que veré a los Mayayo, Espi, Hita… Y a Gitane gainsbarre si se presenta. Allí estaré.